johana

Johana Ramallo fue estudiante de la escuela n°24 de Berisso, madre adolescente, trabajadora, hija de Marta Ramallo. Una mujer como cualquiera de nosotras.

Un mes y medio antes de su desaparición, Johana se había separado por segunda vez del padre de su hija, y ambas volvían a la casa de Marta. A la par, el estado desmantelaba la cooperativa “Ellas Hacen” sustento económico de ambas. A la vulnerabilidad sexual, en un sistema que cosifica antes de humanizarnos, se le suma entonces la necesidad económica.

Y fue captada por un sistema ginocida y prostituyente. Un sistema que fue y sigue siendo avalado por la policía, los jueces, el estado, los consumidores.

La noche del 25 de Julio del 2017 Johana se descompensa en la calle, camino a Plaza Matheu, es llevada al hospital de Plaza San Martín, registrada como NN Johana, es internada. Sin embargo, al día siguiente abandona el hospital sin recibir el alta. Al volver al día siguiente le aclara a su madre haber estado en el hospital y ante la pregunta: ha perdido el teléfono.

El último rastro que se tuvo de Johana fue la filmación de una cámara de seguridad de la YPF de 1 y 63 junto a una de sus compañeras, también prostituida.

Desde el primer momento, la búsqueda de Marta por su hija fue imparable: recorrió comisarías, centros de mujeres y hospitales. Radicó la denuncia en Villa Ponzatti a pesar de las burlas. Pero Johana fue buscada como quien busca a una persona extraviada, no como una víctima, desatendiendo absolutamente las cifras de mujeres víctimas día a día, funcionando como una dificultad más en la búsqueda en vez de un pasaje que permita posible el encuentro de las mujeres que perdemos en manos del delito de trata. Jamás se profundizó en las pruebas obtenidas ni valoraron los datos y pistas ni de Marta ni de nadie. Se ordenaron rastrillajes sin informar a la familia de Johana, y si bien también implicaron huellas y datos, tampoco fueron investigados los varones asociados. Tras cuatro meses, su causa pasó entonces al ámbito federal y se comenzó a investigar como desaparición forzada, y sólo luego de la solicitud del PROTEX se llamó a declarar a compañeras de Johana, se rastreó el celular y se entrevistó a Marta. Sin embargo el primer hallazgo sucedió recién en Mayo del 2018 cuando una mujer que había estado cautiva (y escapado) de la unidad de Melchor Romero declaró que Johana había estado encerrada junto a otras diez mujeres con el fin de ser explotadas sexualmente, todo esto con conocimiento de la implicancia de veinte guardias y comisarios, y las descripciones del auto que entraba y salía con mujeres. El allanamiento tuvo una tardanza de seis horas, y no entraron a los sótanos.

Así, la búsqueda nunca tuvo una línea concreta más que la que la que el estado permitió desde un principio.

Hace 365 días se comenzó a borrar el “devuelvan a Johana”: El 30 de abril del 2019, con un cuerpo de mujer encontrado en Berisso. Y recién, tras la imposición de secreto de sumario para silenciar a la familia y al sector militante, recién, en Mayo, con la confirmación del ADN, se pudo volver a movilizar, esta vez exigiendo justicia y memoria por Johana Ramallo.

Nunca apuntaron a los proxenetas ni a las redes de prostitución de público conocimiento en la ciudad: se lavaron las manos, nos dejaron dando vueltas cuidándose entre sí. El estado jamás buscó a Johana con vida. Incluso un sector amplio del feminismo estaba más preocupado de cuidar la fantasiosa y viril idea de una prostitución deseada y libre, antes que poner los puntos y exigir el fin a la explotación sexual que se llevó a Johana y a miles de otras mujeres día a día. Dentro de esas limitaciones, los debates no alcanzan, pues como bien dijo Andrea Dworkin: “Si quieren seguir pensando que esto es un tema a debatir en lugar de una emergencia a actuar, quiero decirte cuántas mujeres morirán en el transcurso de ese debate que te gustaría tener”.

A 365 días de haber encontrado lo que el terrorismo sexual nos dejó de una mujer:

EXIGIMOS LA INVESTIGACIÓN DE LAS REDES DE PROSTITUCIÓN DE LA ZONA ROJA PLATENSE, QUE SE RETOMEN LAS LÍNEAS DE INVESTIGACION. QUE SE INDEMNICE A LA FAMILIA DE JOHANA RAMALLO. QUE SE PENALICE EL PROXENETISMO Y LOS VARONES CONSUMIDORES Y PROSTITUIDORES.

MEMORIA Y JUSTICIA POR JOHANA

Belén Noir, Nacha Prado B. – RADAR – La Plata
Imagen. Aldana Maidana – RADAR – Zona Sur

 

 

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